domingo, 25 de marzo de 2018 2 comentarios

Winnie The Pooh. Todo un Clásico.

     En mi última visita a Londres volví a pasarme de nuevo por el Museo Victoria & Albert. Esta vez disfruté como una niña con la exposición de "Winnie-the-Pooh. Exploring a Classic". Dudaba si visitar otra exposición que tienen sobre moda pero al final pudo la niña que hay en mí y me decanté por la de Winnie-The-Pooh  :)


     No sé si os ha pasado alguna vez pero cuando crecéis con algo (un cuento, música...) pensáis que se ha creado en una fecha cercana a tu infancia. La primera sorpresa que me llevé con esta exposición fue descubrir que la primera vez que Winnie apareció en prensa fue en 1924, en la revista ilustrada británica de humor y sátira Punch. pero no fue hasta 1926 cuando su autor,  A.A.Milne publicó el primer libro del osito y sus amigos, "Winni-The-Pooh", con ilustraciones de E.H.Shepard.


     ¿Y de dónde surgió la idea de este personaje y sus historias? pues de las aventuras del hijo de Milne, Christopher Robin, y su osito de peluche. Christopher Robin nació en 1920 y un año después, llegó el oso de peluche al hogar. Su madre lo compró en los almacenes Harrod's y aunque no tenía nada de especial si lo comparabas con otros osos de peluche, se convirtió en el muñeco favorito del niño. Allá donde estaba el niño, estaba el osito, y viceversa. A diferencia del niño al que siempre llamaban Billy Moon, el osito tuvo multitud de nombres, hasta que "él mismo le pidió al niño un nombre especial" y éste le llamó "Winnie-The-Pooh". Según explicó el padre, Pooh es el nombre que dieron a un cisne pero que "se llevaron el nombre con ellos, ya que no pensaban que el cisne lo quisiese más" y el nombre de Winnie era el nombre de una osa  del zoo de Londres.
     En 1914, el teniente veterinario H. Colebourn, de camino a la guerra en Europa desde Winnipeg (Canadá) se encontró con un trampero que había matado una osa y le compró a su cría por $20. Aunque era británico, la llamó Winnie en honor a su ciudad adoptiva en Canadá, Winnipeg, y así la cachorra se convirtió en la mascota de la brigada 34ª Fort Garry Horse, a la que pertenecía el militar. Al llegar a Londres, Colebourn prefirió dejar a Winnie en el zoo de Londres para que la cuidaran mientras él continuaba su camino al frente y allí Winnie se convirtió pronto en la favorita del público y, en especial, de un niño llamado Christopher Robin Milne, al que incluso los cuidadores lo dejaban pasar dentro del recinto para jugar con ella. Casualmente a esta osa le gustaba la miel y trepar a los árboles...

Winnie y Christopher Robin
   
     Posteriormente, se compraron otros peluches que pasarían a formar parte de las historias de Winnie y Christopher: Ígor, el burrito; Piglet, el cerdito; Tigger, el tigre y Kangu y Rito, los canguros. Mientras que los personajes de Conejo y Búho fueron creados por el padre.


     La infancia es un tiempo de magia e invención, en la que los niños muy pequeños no distinguen entre fantasía y realidad. Así Winnie-The-Pooh era el mejor amigo de Christopher y estaba muy vivo; y si alguien comentaba lo contrario, Christopher y Winnie se alejaban cuchicheando. Mientras el niño jugaba con el muñeco, el padre se convirtió en observador y cronista de sus aventuras. Y ya cuando escribió "The House at Pooh Corner", Milne no escribía tanto acerca de su hijo, sino acerca de su propia infancia feliz junto a su hermano Ken, por lo que, inevitablemente, la amistad, las aventuras y la colaboración son los temas más importantes. De hecho, existe una pequeña duda acerca de si la cercana relación de Milne con su hermano fuese la inspiración para la amistad de Winnie con Piglet.



     Por otro lado, el dibujo de Winnie se corresponde, en realidad, con Growler, el osito de peluche del hijo de Shepards, el ilustrador, que era más gordito y redondito.


     Otro dato curioso es que los paisajes reales de Ashdown Forest, donde Christopher jugaba de niño, se convirtieron en los decorados de las historias de Winnie-The-Pooh. Los personajes  vivían en un mundo idílico, seguro, en el que los animales peligrosos eran sólo imaginados y los adultos completamente excluidos. Las riadas y tormentas, interrumpidas pero presentes, no presentaban ninguna amenaza a la pacífica existencia de Pooh y sus amigos.



     Winnie-The-Pooh se hizo rápidamente muy popular y se vendieron gran cantidad de ediciones de sus libros. Entre estos entusiastas, se encontraban las hijas de de Walt Disney, que acabó comprando sus derechos de imagen y presentando en 1966 la primera de varias películas,  que terminarían de lanzar al estrellato a Winnie y su pandilla. De hecho, creo que la primera vez que tengo noticias de él es a través de las historias de Disney.



     En el museo aseguran que la exposición del museo es ideal para niños entre 2 y 102 años, así que ni corta ni perezosa allí me presenté y disfruté como la que más... con los decorados, las ilustraciones originales de Shepard, las primeras ediciones de los libros... Estará abierta hasta el 8 de Abril, así que si te encuentras por Londres y tienes oportunidad de ir no te la pierdas ¡Merece la pena!  ;)



     Bibliografía: "Winnie-the-Pooh. Exploring a Classic", A. Bilclough and E. Laws.
 
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